En 2010 la OCU analizó la cantidad de contaminantes en panga y perca, comunicando: “Analizamos los filetes de pescado y hemos encontrado restos de pesticidas en el panga y trazas de mercurio en los filetes de panga y perca. Aunque los residuos contaminantes están dentro de los límites legalmente tolerados y no suponen un riesgo inmediato para la salud, es mejor no consumir estos pescados en exceso.”
“El panga y la perca no se encuentran en la lista de los pescados que se suelen considerar como fuente de mercurio, en la que sí se incluyen otros pescados de consumo frecuente como el atún o el emperador.”
Polémica panga: Un pescado seguro para la salud, aunque pobre en nutrientes
La polémica está servida. Lo hace en plato llano, con forma de pescado blanco y tiene nombre propio: «Pangasius hypophthalmus». Conocido comúnmente como panga, este pez está en el punto de mira porque esta semana se ha puesto en entredicho (y no es la primera vez) la seguridad de su consumo, ya que la Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) ha exigido a los ministerios de Educación y de Sanidad «la prohibición de forma urgente del uso del panga en los comedores escolares en defensa del derecho a una alimentación sana y saludable de los menores».
El revuelo social es patente, y parte de la culpa reside en que el panga que llega a España se cría en granjas de acuicultura de agua dulce situadas en el delta del río Mekong (Vietnam), uno de los más contaminados del mundo y actualmente sobreexplotado por el cultivo a gran escala de esta especie. Las cifras de consumo en nuestro país son inquietantes, ya que España es el estado de la Unión Europea que más panga importó y consumió en 2015, según los datos de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO). «Esta elevada cifra se debe a que nuestro país es un gran consumidor de pescado, de ahí que el volumen de adquisición de este alimentos en particular también sea más alto. Sin embargo, el principal argumento para su consumo en los hogares y en los comedores escolares es el bajo precio que tiene, pues puede llegar a costar la mitad que otros pescados propios de nuestro entorno, como la merluza, el gallo o el lenguado; sin pasar por alto que es magro, no tiene espinas y resulta muy fácil de comer para los niños», afirma Francisco Botella, miembro del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Fuente:www.telindiscreta.es