Un desayuno salado y rico en proteínas puede ayudar a controlar el apetito y prevenir picos de glucosa.
¿Es mejor desayunar salado?
No existe una única respuesta válida para todos. Desayunar salado o dulce depende de cada persona, sus necesidades energéticas, su salud y sus hábitos alimentarios. Sin embargo, los estudios sí indican ciertos beneficios asociados a los desayunos salados, especialmente cuando están compuestos por alimentos ricos en proteínas de calidad.
Beneficios del desayuno salado
Ayuda a controlar el apetito
Un desayuno con proteínas como huevos, aguacate o espinacas genera una mayor sensación de saciedad, gracias a su efecto sobre la hormona colecistoquinina, que regula el hambre. Esto puede ser útil para quienes buscan controlar el peso o evitar el picoteo entre horas.
Mejora la estabilidad de la glucosa
Los desayunos salados saludables provocan menores picos de glucosa e insulina, lo que ayuda a prevenir bajadas bruscas de energía y evita la sensación de hambre inmediata.
Favorece el control de enfermedades metabólicas
Puede resultar beneficioso para personas con diabetes, resistencia a la insulina o que buscan prevenir enfermedades metabólicas o cardiovasculares.
Cuidado con lo que se entiende por «salado»
No todo desayuno salado es saludable. Si se basa en ultraprocesados, embutidos o quesos industriales, puede contener excesiva sal y grasas saturadas, lo cual tiene efectos negativos sobre la salud cardiovascular. La clave está en elegir ingredientes naturales y equilibrados.
¿Y el desayuno dulce? También puede ser saludable
Alternativas dulces buenas para la salud
No hay que demonizar lo dulce. Un desayuno dulce puede ser saludable si se evita la bollería industrial y se opta por:
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Avena, tostadas integrales, crema de cacahuete
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Frutas frescas y semillas (como chía o lino)
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Yogur natural sin azúcar añadido
Este tipo de desayuno aporta energía rápida, ideal para quienes realizan ejercicio intenso o necesitan alto rendimiento mental al inicio del día.
Lo importante: equilibrio y calidad nutricional
La elección entre salado o dulce no es lo más importante. Lo fundamental es que el desayuno sea:
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Variado
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Rico en nutrientes
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Bajo en azúcares simples y grasas saturadas
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Adaptado a las necesidades de cada persona
Evitar las calorías vacías y priorizar alimentos reales y de temporada es la mejor estrategia para cuidar la salud desde primera hora del día.