El hematólogo Álvaro Urbano destaca la eficacia sin precedentes de la terapia CAR-T frente a leucemias y linfomas.
Un antes y un después en la inmunoterapia
La terapia CAR-T, que modifica los linfocitos T del paciente para que ataquen el cáncer, ha supuesto una revolución en los tumores hematológicos. Así lo explica Álvaro Urbano, hematólogo y coordinador del Programa CAR-T del Clínic-IDIBAPS, donde ya se han tratado a más de 500 pacientes en España.
Esta terapia se basa en reprogramar células inmunes para reconocer y destruir células tumorales, y su desarrollo en España comenzó con el proyecto ARI, impulsado por una joven paciente con leucemia, Ariana Benedé.
Resultados prometedores y un modelo único
En el Hospital Clínic de Barcelona se han desarrollado dos CAR-T académicos:
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ARI-1, para leucemia linfoblástica aguda y linfomas.
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ARI-2, para mieloma múltiple.
Estos tratamientos se han administrado en una red pública organizada de hospitales, algo inédito en el mundo. A diferencia de las versiones comerciales, son más asequibles y cuentan con el respaldo de la Agencia Española del Medicamento.
¿Qué eficacia tiene la terapia CAR-T?
Según Urbano, los resultados han sido sorprendentes:
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90% de remisiones completas en leucemia linfoblástica aguda.
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60% en mieloma múltiple.
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50% en linfomas.
Después de cuatro años de seguimiento, un tercio de los pacientes siguen vivos y sin enfermedad. «Muy probablemente, están curados», afirma el hematólogo.
¿Por qué no funciona siempre?
Factores limitantes
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La diana tumoral puede perderse: si no está presente en todas las células cancerosas, algunas pueden sobrevivir.
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El CAR-T puede agotarse: se vuelve ineficaz o el cuerpo lo elimina.
Biomarcadores clave
El factor más determinante es la cantidad de enfermedad previa al tratamiento. Cuanto menor sea, mayor probabilidad de éxito.
Avances y nuevos horizontes
Nuevas generaciones de CAR-T
El equipo trabaja en terapias que:
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Reconocen dos dianas tumorales.
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Se administran directamente en el paciente, sin manipulación externa.
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Se están empezando a estudiar en tumores sólidos como el cáncer de mama.
¿Qué pasa con los tumores sólidos?
El reto está en:
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Falta de dianas exclusivas del tumor.
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Barrera física del tejido sólido.
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Resistencia inmunológica del propio tumor.
Por eso, se investiga cómo facilitar la entrada del CAR-T con genes que «barrenan» el tumor o mediante inyección directa en el tumor.
Seguridad y efectos secundarios
En 2023, la FDA alertó del riesgo de linfomas T en pacientes tratados con CAR-T. Urbano explica que el riesgo es real pero extremadamente bajo:
«En más de 8.000 pacientes tratados, la incidencia es del 0,008%, mucho menor que con quimioterapia o radioterapia.»
El futuro de la inmunoterapia
La terapia CAR-T se suma a la medicina de precisión y a la inmunoterapia como nuevos pilares del tratamiento oncológico, junto con cirugía, quimio y radioterapia.
“Es jugar con el viento a favor”, resume Urbano, refiriéndose a que esta terapia utiliza el sistema inmune del propio paciente como arma contra el cáncer, una estrategia con enorme potencial.