El sabor metálico en la boca puede ser causado por medicamentos, problemas dentales, infecciones o incluso insuficiencia renal. Conoce las causas más comunes y cómo tratar este síntoma.
El sabor metálico en la boca es un síntoma que puede resultar muy molesto, ya que altera el gusto de los alimentos y genera una sensación desagradable. Aunque muchas veces no es grave, puede ser indicativo de una condición médica subyacente. En este artículo, te contamos cuáles son las causas más comunes y qué hacer al respecto.
Consumo de medicamentos
Una de las causas más frecuentes de un sabor metálico es el consumo de ciertos medicamentos. Según WebMD, algunos antibióticos como el metronidazol y la claritromicina pueden causar este efecto, aunque también puede aparecer con otros fármacos, como:
- Medicamentos para el corazón
- Antidepresivos
- Antihistamínicos
- Medicamentos para la gota
Estos fármacos pueden afectar las papilas gustativas, alterar la composición de la saliva o modificar las señales nerviosas relacionadas con el gusto, lo que genera ese sabor metálico.
Problemas de encías y dentales
El sangrado de encías, causado por enfermedades como la gingivitis o la periodontitis, puede ser otra causa de este síntoma. Cuando la sangre se mezcla con la saliva, aparece un sabor metálico característico. Además, otros problemas dentales como las caries o los empastes de amalgama de mercurio que se deterioran con el tiempo también pueden provocar este sabor.
Infecciones respiratorias
Los resfriados y otras infecciones respiratorias también pueden interferir con el sentido del gusto, provocando un sabor metálico. Esto es común en infecciones como:
- Sinusitis (inflamación de los senos nasales)
- Faringitis y laringitis
Una vez que la infección se cura, el sabor metálico generalmente desaparece.
Consumo de suplementos de vitaminas
Algunos suplementos vitamínicos, especialmente los que contienen cobre, hierro, zinc o calcio, pueden dejar un sabor metálico en la boca debido a la naturaleza de estos compuestos minerales.
Trastornos gastrointestinales
Los trastornos digestivos como el reflujo ácido, la gastritis o la úlcera péptica pueden generar un sabor metálico debido a los cambios en la composición de la saliva o a los ácidos estomacales que suben hacia la boca. También puede ser un efecto secundario de los medicamentos usados para tratar estos problemas.
Quimioterapia
Los pacientes sometidos a quimioterapia o radioterapia suelen experimentar un sabor metálico como efecto secundario. Este fenómeno, conocido como “chemo mouth”, es causado por los daños que los tratamientos producen en las papilas gustativas.
Embarazo
Durante el embarazo, los cambios hormonales pueden alterar el sentido del gusto, generando un sabor metálico en la boca. Este síntoma es común en el primer trimestre y tiende a desaparecer con el tiempo.
Exposición a químicos
La exposición a químicos tóxicos como los insecticidas, el plomo o el mercurio también puede provocar este síntoma. Estos metales pesados afectan el cuerpo cuando se inhalan, ingieren o absorben, generando un sabor metálico en la boca.
Demencia e insuficiencia renal
Aunque menos comunes, condiciones como la demencia y la insuficiencia renal también pueden alterar el sentido del gusto, provocando el desarrollo de un sabor metálico. En el caso de la insuficiencia renal, el exceso de ácido úrico en el cuerpo es el principal causante.
Diagnóstico y tratamiento
Si experimentas un sabor metálico de forma persistente, es importante acudir a un profesional de la salud para determinar la causa. El tratamiento dependerá del origen del síntoma, ya sea ajustando la medicación, mejorando la higiene bucal o tratando la condición médica subyacente.
El sabor metálico puede ser un síntoma molesto, pero con un diagnóstico adecuado se puede abordar eficazmente y mejorar la calidad de vida del paciente.