Es importante saber elegir un seguro de salud en base a distintos factores para que el precio y los servicios estén adaptados a las distintas necesidades.
¿Cómo elegir un buen seguro de salud?
Cuando se contrata alguno de los seguros de salud baratos del mercado, se tiene acceso a innumerables servicios.
El principal es la atención médica personalizada en sanidad privada, hospitalización, medicamentos, seguro dental, entre otros.
Dependiendo del tipo de seguro a contratar, se obtendrán unas coberturas u otras. Antes de su contratación, con la ayuda de un asesor, se deberá de tener en cuenta los siguientes puntos:
Comparar varios seguros
La prima es el precio a pagar anualmente por recibir todas las coberturas que quedan plasmadas en el contrato de la póliza.
De una aseguradora a otra habrá diferencia de precio, pero también la puede haber en sus coberturas. Con lo cual, hace falta hacer una comparación de los seguros. Así se sabrá cuál ofrece un mejor precio y coberturas adaptadas a lo que se busca. Son puntos siempre a considerar.
Edad de contratación
Otro punto a tener en cuenta es la edad máxima que admite de contratación. Tanto la edad como las patologías previas son factores que influyen en su precio final.
Muchas de las compañías aseguradoras de seguros de salud establecen los 64 años como edad máxima. Aún así, hay algunas excepciones en las que se admiten hasta los 70 años, pero son muy pocas.
Historial médico previo
En el momento de solicitar un presupuesto se hará un cuestionario acerca del historial médico. Se peguntará por patologías previas existentes, cirugías que se le hayan realizado, enfermedades crónicas, etc.
Esta información es muy útil para determinar el tipo de oferta de seguro por la aseguradora. Cuando se padece de una enfermedad previa o bien se puede incluir una sobreprima o excluir algunos tipos de tratamientos.
Carencia de la póliza
Como la mayoría de los seguros, en el de salud también hay servicios que tienen carencia.
El período de carencia es el tiempo que se solicita al cliente que esté de alta en la empresa antes de poder acceder a un servicio.
Por ejemplo, lo más común es ver períodos de carencia en embarazos y partos en donde se incluyen 8 meses de carencia previa.
Es decir, superados los 8 meses de alta con la aseguradora se tendrá acceso a ese servicio. Pero el embarazo no es el único, también se aplica carencia en otros tratamientos.
Posibles exclusiones en la póliza
Hay algunos parámetros que se entienden que están excluidos y que vienen determinados en la póliza.
Es el caso, por ejemplo, del consumo de alcohol y de sus consecuencias. También los riesgos que pudiera ocasionar realizar alguna actividad.
Cada aseguradora dejará plasmadas sus exclusiones en el contrato.
Tiempo de permanencia
Generalmente los seguros de salud son anuales como todos. Pero hay algunos, muy pocos, que no requieren un período de permanencia. Eso sí, para darse de baja hay que seguir unos pasos concretos.
Hay que leer muy bien las políticas y los pasos a seguir para no cometer errores y poder cancelar la póliza cuando se requiera.
Cambio a otra compañía
Sucede algo similar al tiempo de permanencia, el cambio de póliza es posible, pero siguiendo ciertos pasos.
La recomendación siempre es hacerlo con tiempo para no correr el riesgo de quedarse sin cobertura médica. Consulta con un asesor para realizar dicho trámite y hacer el cambio que requieras.
Convenio a través de la empresa
En muchas empresas, como un incentivo extra para los trabajadores, se realizan convenios especiales.
Es una forma de acceder a un seguro de salud con una prima más baja. La mayoría de las veces se puede ampliar la cobertura e incluir a la familia directa del empleado.
¿Qué son los seguros de salud privados?
Un seguro de salud privado es un tipo de contrato que se realiza entre el usuario y la aseguradora.
Por el pago de una prima anual, el usuario tendrá acceso a distintos servicios de asistencia sanitaria. Estos servicios y tipos de asistencias dependen de las coberturas que se hayan contratado.
De las mayores ventajas que tiene el contar con un seguro de salud privado es la rapidez frente a la sanidad pública.
Cada aseguradora tiene su listado de clínicas, laboratorios y profesionales. Ello hace posible el elegir dónde el usuario se quiere atender y con qué especialista.
¿Qué coberturas deberían tener?
Las coberturas habituales de un seguro de son las siguientes:
- Medicina general: acceso a profesionales de medicina general en distintas clínicas.
- Pediatría: para atender a los más pequeños.
- Enfermería: servicios de enfermería en consultorio o en domicilio.
- Hospitalización: en clínica privada según las condiciones de la póliza teniendo en la mayoría de los casos, habitación privada.
- Hospital de día: hospitalización en un período inferior a las 24 horas.
- Urgencias: se tendrá acceso a servicios de urgencia en distintas clínicas con posibilidad de asistencia domiciliaria.
- Tratamientos especiales: dependiendo de la aseguradora, se dará acceso a tratamientos como oncología, láser quirúrgico, ventiloterapia, entre otros.
- Otros servicios: se puede incluir podología, acupuntura, prótesis, trasplantes, entre otros.
- Cobertura dental: muchos seguros incluyen cobertura bucodental como complemento adicional.
Fuente: www.comunicae.es