¿Sabías que la temperatura de tu dormitorio puede ser la clave para despertar completamente renovado? Descubre el secreto para un descanso nocturno óptimo.
Dormir bien es esencial para mantener una salud óptima, y la temperatura de tu dormitorio juega un papel crucial en este proceso. Según expertos de Sanitas, el rango ideal de sueño para adultos de 18 a 64 años es de 7 a 9 horas diarias, mientras que para los mayores de 65, se recomienda de 7 a 8 horas. Los niños y adolescentes, por su parte, necesitan aún más horas de sueño, variando según su edad.
Sin embargo, conseguir un sueño de calidad puede ser un desafío, especialmente con las variaciones de temperatura que trae el invierno. La National Sleep Foundation (NSF) sugiere que un ambiente oscuro, fresco y sin distracciones es ideal para dormir. De acuerdo con esta organización, la temperatura óptima del dormitorio debería oscilar entre 15 y 19 grados Celsius.
¿Es Mejor un Dormitorio Más Cálido?
Un estudio reciente realizado por investigadores de Hebrew SeniorLife, afiliado a la Facultad de Medicina de Harvard, y el Instituto Arthur Marcus para la Investigación del Envejecimiento, plantea un cambio en esta recomendación. Tras monitorear la duración, eficiencia e inquietud del sueño en casi 50 adultos a lo largo de 11.000 noches, los resultados apuntan a que un sueño «más eficiente y reparador» se logra en temperaturas ambientales de entre 20 y 25 grados Celsius.
Este hallazgo es particularmente relevante para los mayores de 65 años, aunque la adaptación a las necesidades individuales es fundamental. Harris, psicóloga clínica y directora de salud del sueño en Sleepopolis, coincide en parte con la NSF, indicando que el rango óptimo para la mayoría se encuentra entre 15 y 20 grados Celsius.
En Resumen
La ciencia detrás de la temperatura ideal para el sueño sigue evolucionando. Mientras la NSF sugiere mantener el dormitorio entre 15 y 19 grados, estudios más recientes recomiendan un ambiente ligeramente más cálido, especialmente para personas mayores. Lo importante es encontrar el equilibrio que mejor se adapte a tus necesidades individuales, permitiéndote disfrutar de un sueño profundo y reparador.
