El Índice de Salud de las Ciudades ha surgido de DKV y IdenCity, consultora especializada en índices. Analiza a fondo el estado de salud de Madrid, Barcelona, Valencia y Zaragoza. Estos indicadores permiten una aproximación a la salud que, de acuerdo con la definición de la ONU, va más allá de la ausencia de enfermedades o dolencias y supone una situación de bienestar físico, mental y social.
Este Índice nace de la observación de 78 indicadores que, agrupados en cinco dimensiones y en doce categorías temáticas, permiten una aproximación al concepto de salud. Las cinco dimensiones analizadas son la salud de la población, el entorno, las condiciones socioeconómicas y laborales, la comunidad y, por último, los servicios de salud. Cada una de ellas tiene categorías temáticas y varios indicadores:
Salud de la población: se analizan las categorías de esperanza de vida, morbilidad y conductas saludables con 22 indicadores. Algunos de estos son: años de vida saludable al nacer, tasa mortalidad por enfermedades del sistema respiratorio, trastornos mentales y del comportamiento o consumo diario de fruta y verdura.
Entorno: se analizan las categorías de medio ambiente, movilidad, y vivienda y equipamientos con 15 indicadores entre los que cabe destacar: gasto municipal per cápita en medio ambiente, personas vulnerables que sufren olas de calor, medidas permanentes para la movilidad sostenible o zonas verdes urbanas.
Condiciones socioeconómicas y laborales: cuenta con las categorías de seguridad socioeconómica y la calidad del empleo. Para analizarlas, se tienen en cuenta 12 indicadores como la tasa de riesgo de pobreza, enfermedades profesionales o segregación residencial por renta en la ciudad, entre otros.
Comunidad: en esta dimensión se encuentran las categorías de seguridad y de redes familiares y comunitarias. Dentro de ellas, se estudian 10 indicadores, entre los cuales la tasa de homicidios intencionales, las denuncias por violencia de género, la tasa de mortalidad por suicidios o las personas mayores que viven solas.
Servicios de salud: se analizan las categorías de actividades preventivas y promoción de la salud, además de la atención sanitaria. Para ello, se usan 17 indicadores, entre los que se encuentran la cobertura de vacunación por COVID-19, el gasto municipal per cápita en sanidad o el personal sanitario de atención primaria.
El Índice de Salud de las Ciudades permite observar el rendimiento de estos territorios frente a estándares de salud de carácter nacional e internacional; además de identificar las fortalezas y oportunidades de mejora de cada ciudad, sin olvidar hacer hincapié en el análisis territorial de la pandemia por COVID-19. En palabras de Josep Santacreu, consejero delegado de DKV, «el objetivo de este índice es contribuir a que las ciudades españolas sean lugares más saludables y poner a disposición de la sociedad esta herramienta de análisis de desempeño para la toma de decisiones».
El Índice de Salud de las ciudades
La salud de la población es la primera dimensión que se analiza en el estudio. En ella, se observan datos importantes como el obtenido por la ciudad de Zaragoza. La ciudad ha conseguido el máximo valor en el indicador de años de vida saludable de su población. Concretamente, un resultado de 81,57 años. Con esta cifra se sitúa por delante de Valencia, Madrid y Barcelona. Sin embargo, también es importante destacar el impacto negativo de la esperanza de vida en el resto de los indicadores, es decir, a medida que aumenta la esperanza de vida y, por ende, el número de personas mayores, aumentan los problemas de salud. En cuanto a la adopción de conductas saludables como el consumo diario de fruta y verdura o el no consumo de tabaco, destacan ciudades como Sevilla, Valencia, Cádiz, Barcelona y Madrid.
Esta segunda dimensión, que se centra en las categorías de medio ambiente, movilidad y vivienda, nos proporciona resultados susceptibles de mejorar. De hecho, es en esta dimensión en la que existen mayores retos, especialmente en el acceso a zonas verdes, la movilidad sostenible o la vivienda asequible. Además, estos factores están estrechamente ligados con la salud de la población. Aun así, existen algunos casos de éxito como ocurre en Barcelona y Valencia, que presentan resultados muy destacables por su infraestructura ciclista y/o peatonal.
Los resultados de esta dimensión son positivos gracias al cumplimiento de los umbrales en la categoría de seguridad y a las redes familiares y comunitarias que se crean entre la población. La afectación del COVID-19 en los territorios también es una parte importante del Índice de Salud de las Ciudades. Su influencia se encuentra en diferentes ámbitos. Uno de ellos, es la creación de iniciativas solidarias surgidas a partir de la pandemia de la COVID-19.
Fuente: okdiario.com