El mal uso de la tecnología está detrás del 77% de los casos de violencia de género entre menores, según Fundación ANAR.
Un problema creciente entre niños y adolescentes
Un estudio de la Fundación ANAR ha revelado que el mal uso de la tecnología está presente en el 77% de los casos de violencia de género entre niños y adolescentes en España. Además, el 55% de los menores afectados por problemáticas vinculadas al entorno digital no recibe atención psicológica.
Los datos se han extraído de 11.164 casos atendidos por las Líneas de Ayuda ANAR entre junio de 2023 y junio de 2024. El informe demuestra que la vida digital está presente en todos los problemas graves relacionados con la infancia y la adolescencia.
Tecnología y salud mental: una relación peligrosa
Sufrimiento silenciado
Según Benjamín Ballesteros, portavoz de la fundación, la tecnología forma parte de la vida cotidiana de los menores, pero “el sufrimiento vinculado a su mal uso está creciendo y, en muchos casos, permanece oculto”.
Conductas extremas sin apoyo
En el 62% de los casos de ideación o intento de suicidio, la tecnología jugó un papel importante. Diana Díaz, directora de las Líneas de Ayuda, advirtió que muchos menores viven situaciones extremas en soledad y sin supervisión digital adecuada.
Problemáticas emergentes y tradicionales agravadas
Nuevas formas de violencia digital
El informe identifica problemas específicos del entorno online, como:
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Ciberacoso
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Adicción a la tecnología
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Sexting no consentido
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Grooming
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Acceso a pornografía o plataformas como OnlyFans
En el 87% de los casos de exposición a pornografía o prostitución, la tecnología tuvo un papel determinante.
Vínculos entre distintos tipos de acoso
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En el 65% de los casos de ciberacoso, también se producía acoso escolar.
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En el 42% de los casos de sexting no consentido, existía también grooming o ciberacoso.
Además, más del 65% de los menores tardan más de un año en pedir ayuda, cuando lo consiguen.
Recomendaciones para abordar el problema
El informe incluye 100 propuestas para familias, escuelas, plataformas digitales y menores, entre ellas:
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Normas claras sobre el uso de dispositivos en casa.
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Acompañamiento y diálogo continuo sobre la vida digital de los hijos.
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Formación docente en competencias digitales actualizadas.
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Botones de denuncia rápidos y eficaces en apps para frenar el acoso.
“Los derechos de la infancia deben protegerse también en el entorno online”, concluyó Sonsoles Bartolomé, directora jurídica de ANAR.