Mitos y bulos sobre los seguros
Creencias erróneas y mitos sobre los seguros conllevan una mala toma de decisiones que puede generar problemas posteriores más graves
Muchas personas consideran que no es necesario contratar un seguro salvo que sea obligatorio. Las razones de este razonamiento son múltiples pero muchas veces esta conducta se debe a creencias erróneas, bulos o mitos sobre los seguros. Os vamos a hablar de algunos de estos mitos sobre los seguros que hacen a estas personas tomar decisiones equivocadas y estar desprotegidos ante accidentes y siniestros.
Son demasiado caros
Existe una creencia general de que contratar un seguro es siempre demasiado costoso. Este simple razonamiento lleva a muchas personas a no contratar un seguro de hogar. En la actualidad existe una gran variedad de precios y posibilidades. En el fondo contratar un seguro puede ser un gran ahorro a largo plazo, ya que nos protege ante muchas situaciones complicadas. Hoy en día se pueden encontrar todo tipo de seguros al alcance de todos los bolsillos. Además, los pagos se pueden dividir en los plazos que se necesiten.
No te ayudan cuando lo necesitas
Otro de los argumentos más habituales entre las personas que deciden no contratar un seguro es que no te suele cubrir cuando lo necesitas. Este razonamiento viene de que muchas personas no han leído la letra pequeña de las pólizas de seguros a la hora de contratarlo. Y en ocasiones, se encuentran que justamente no cubre lo que necesitan y no se habían dado cuenta al contratarla. Por eso es fundamental dedicar tiempo a leer con calma esa letra pequeña. Las compañías están obligadas por ley a brindar un servicio acorde al contrato firmado con el tomador del seguro. Es la única manera de saber qué detalladamente lo que cubre nuestro seguro para poder reclamar en el futuro.
La mayoría de las aseguradoras son iguales
Otro de los mitos sobre los seguros es que algunas personas piensan que todas las compañías de seguros son iguales. En la actualidad existen grandes diferencias entre los servicios que ofrecen las diferentes aseguradoras. Cada uno tiene su forma de trabajar y hay diferencias en conceptos como puede ser la profesionalidad y rapidez a la hora de actuar. Incluso en ocasiones, nos podemos dejar guiar por malas experiencias de otras personas en situaciones que no tienen nada que ver con las nuestras. Cada compañía tiene una oferta de seguros diferente y cada vez más tienden a personalizar los servicios según las necesidades de los asegurados.
Solo hay que contratar un seguro cuando se necesita
Los seguros son fundamentales cuando tenemos un problema pero es necesario tenerlos previamente contratados. No vale de nada contratar un seguro después. Por eso es importante estar protegido, por ejemplo, con un seguro del hogar, de salud o para nuestro vehículo. Si nuestro vecino de arriba nos sorprende una mañana con una gotera en el baño, el seguro nos protegerá de los desperfectos si lo tenemos contratado. Hay que elegir un seguro que nos proteja ante cualquier contingencia para no tener miedo ante el primer problema. Los seguros nos ayudan a sentirnos protegidos en todo momento.
Los seguros no son para jóvenes
Por último, hay una creencia generalizada de que los servicios son productos para personas de la tercera edad. Esto suele venir por pensar que los seguros de vida únicamente sirven como protección ante situaciones terribles como una defunción o invalidez. En la actualidad los seguros de vida ofrecen numerosos productos como puede ser rentabilidad en el ahorro. Y lo mismo ocurre con los seguros del hogar y del automóvil en los que se pueden encontrar seguros personalizados según la situación y las necesidades de cada asegurado.
Contratar un seguro es la mejor forma de sentirse protegido ante cualquier contingencia. Por este motivo carecer de un seguro sitúa en muchas ocasiones en una gran vulnerabilidad a toda la familia. Estos mitos y bulos solo perjudican a las personas que carecen del mismo y que ante cualquier accidente no podrán sentirse cubierto por una aseguradora.
Fuente: granadadigital.es